La Elaboración de los Duelos

Durante ese año la mujer, no debe tener ningún otro tipo de relaciones, y el hombre durante esos dos años por colocar el otro extremo, tampoco debe tener relaciones. Si hombres y mujeres en medio de ese proceso de duelo tienen relaciones de pareja, seguirán repitiendo ese ciclo de errores y errores, porque no hay la sabiduría cosechada de la ruptura anterior.
Ella vio que las mujeres elaboraban los duelos más rápidos, porque las mujeres hablaban más, dialogaban más, chismoseaban más y lloraban más. Las mujeres sacaban su dolor y su sufrir con las vecinas, con las que las llamaban, hasta con las mujeres que no conocían. Ustedes han vivido eso. Esa exteriorización que tiene de bueno, que la mujer como habla de su dolor, ella misma se escucha, y ella misma se entiende más rápido, y va sacando sus conclusiones más ágilmente. Por estas razones es que me paso esto, por eso es que yo viví esto, por eso es que yo no debo volver a cometer este error.
El hombre no expresa, la doctora decía, el hombre se va a los tragos, a los golpes contra otro hombre, o contra el que fuera el amante de la otra, de la pareja, se van a los golpes se van a llorar, y ellos lloran y sacan su dolor, pero lo sacan anestesiados, con tragos encima o con droga o con pepas. El hombre saca ahí su dolor porque no está acostumbrado a hablarlo en sano juicio con los amigos o con las personas que lo llaman por teléfono. Él se guarda su pena, su dolor y su sufrir, su lema es “mi vida es mi vida y los demás no tienen por qué saberla”.
Las mujeres también tienen otro aspecto que es muy positivo, y es que las mujeres van a grupos, el 80 0 90% de los grupos de desarrollo humano son femeninos, los hombres no van a colectivos terapéuticos. Les parece que eso no es para ellos, que eso es muy raro. Los hombres se guardan sus trastornos emocionales y no reciben terapia grupal. Las mujeres si están dispuestas. Lo mismo pasa en los consultorios de psicoanalistas, psicólogos, psiquiatras, terapeutas de pareja y familia. A estos consultorios, por regla general, va la mujer sola y la terapia llega hasta el momento en que el terapista le dice “traiga a la pareja, venga con el hombre con el cual comparte su vida”. Él dice “por allá a mi no me llevan, olvídese, primero muerto”. Ante la invitación a estas terapias otros contestan con ofensas “que vaya a terapia psicológica, yo acaso estoy loco, vaya usted que es la loca”. Otros responden “nadie le va a arreglar a uno la vida”. El hombre no asiste a estas terapias de pareja, a no ser algunos de la nueva era, hombres que están meditando, hombres que están leyendo, que están haciendo conexiones con la naturaleza, hombres muy intuitivos, esos si van a la terapia. Yo le digo a todas las mujeres que vienen a consulta, si ese hombre le ha dicho a usted que quiere venir a estas terapias, aproveche el “papayaso” porque eso no se ve todos los días, tráigalo, tráigalo. Y ya han venido algunos hombres. El hecho de que a la consulta hayan venido algunas personas como él, es la prueba que los hombres están buscando soluciones.
El problema de muchos hombres es que entre una relación y otra pasan solo semanas, si mucho un mes y ya aparece otra relación, y otra y otra, y no se dan permiso a sí mismos de elaborar los duelos. Son duelos no resueltos, y la mayoría de esas relaciones, dijimos aquí en otras secciones, y eso les movió el piso a muchas mujeres, dijimos “son relaciones del ego, no son del alma”. Incluso cuestionamos que porque es una atracción especial, que porque me mueve un no sé qué, porque me dan las maripositas por aquí, en el estómago. Mencionamos todo eso como relaciones del ego y dijimos que los ejemplos son muchísimos de que era una relación desde el ego, el principal es que fracasan, no hay esos vínculos del alma.
Con relación a la sugerencia de los nueve meses de dialogo y silencio interno, para saber que aprendizaje me dejó esa pareja; muchas personas me dicen que yo como terapeuta no debo de indicar un tiempo límite, yo pienso que no, yo hago sugerencias, invitaciones, mas nunca obligaciones. El tiempo lo fija el alma de cada mujer u hombre y será un tiempo de soledad, silencio y meditación. Ustedes han escuchado aquí que yo he dicho a algunas mujeres, “dese por lo menos un año, año y medio para que usted se encuentre a sí misma y luego pueda abrirse nuevamente a una relación de pareja sana”, y es sospechoso que esas mujeres no vuelvan, porque posiblemente, no han seguido el noble consejo; no se han dado tiempo de encontrase a sí mismas.
Si esto se acata, se va encontrando cada vez más felicidad en el camino, y eso es indicio de que se está encontrando así mismo, con su corazón y con su alma. Cuando yo soy feliz estando solo o acompañado, me estoy encontrando con mi esencia. La felicidad es la primera señal.
¿Por qué propongo nueve meses de duelo?, Bueno porque no quiero ser tan estricto con la propuesta de dos años: “Doctor dos años, si era en menos de un mes mis nuevas relaciones, como que ahora me va a pedir que sean dos años? Para mí son mágicos los nueve meses. Yo me atrevo a decir que hombre o mujer que sea capaz de tener una ruptura y no tener ninguna relación durante nueve meses y que se dedica al 108, que hace su sanación con Ho’oponopono, tan profundo que hasta al alma de la otra persona le llega. Se produce una sanación de alma a alma. Porque la vida siempre está verificando, la vida nos está mostrando si estamos haciendo las cosas correctas o no y si son las adecuadas, llega la felicidad como regalo del alma.
Son nueve meses porque en nueve meses se gesta un nuevo ser, cada trimestre van a tener cambios, a los nueve meses se dará el parto. En cada uno de los tres trimestres se darán cambios muy especiales.
El primer trimestre es quizás de los más fuertes, incluso hasta con las adicciones…los que tienen que elaborar un duelo, es el periodo que hay más riesgo de recaer en las depresiones, ansiedades, iras y búsqueda de la anterior pareja o de la adicción.
En el segundo trimestre, se tiene mayor equilibrio, no hay tanta fuerza del pasado, y se empiezan abrir más las puertas del futuro.
En el último trimestre, prima la fuerza del futuro, la persona está abierta a cambiar hacia un nuevo ser con otras características. Esta nueva persona ya tiene sabiduría extraída del dolor de la separación. Ya sabe cuáles fueron sus errores y cuáles los de la otra persona. En ese momento se aclara su camino y puede tomar las decisiones correctas. Ya conoce cómo corregir sus errores, tiene más luz. Donde hay más luz, allí puede hasta aparecer otro ser de luz, porque esa misma luz en el ser que se acaba de gestar, atrae otro ser de luz.
Porque otro problema de no elaborar los duelos, es que no le abro espacio en mi corazón y en mi alma a un nuevo ser. El problema de las relaciones paralelas es eso, estar con dos personas, con tres, es que yo no le abro espacio en mi corazón y en mi alma a que brille un nuevo amor, una nueva sabiduría, una nueva vida de pareja, es imposible. Porque estamos en una cultura monogámica, y no solo por la cuestión cultural, es por la cuestión de almas, si yo no soy capaz de entender mi propia alma, como voy a entender otra alma que llega a mí camino. Toda relación de pareja es una relación conmigo mismo. En nueve meses de dedicarme a hacer los 108 todos los días, pidiendo, elaborando los duelos, liberando a esas personas, mí ser es otro.
Los tesoros que nos compartió TEO fueron:
1. Invito a esta persona a hacer las paces con sus dos nombres, porque los dos nombres le generaron lo que llamamos, lo que llamaría un neuropsicólogo, una dislateralidad cerebral, no saber si es un nombre o el otro y cuando se relaciona con las mujeres también le pasa lo mismo, no sabe si es esta o es la otra. Cuando se relacionó con las profesiones también se salió de una carrera y se metió a otra, después completó otra, y terminó haciendo una especialización para dedicarse a otra área totalmente diferente. Tuvo una dislateralidad profesional. Él necesita hacer la conexión entre el sentir y el pensar. Le puedo recomendar, que una sus nombres en uno solo. También puede emplear frases de unidad, “Yo soy Unidad” “Yo pienso, siento, y hago en la misma dirección, en unidad”. Unir todo lo que está en su cabeza, con lo que hay en su corazón, con lo que está haciendo, con lo que está diciendo porque su ser está dividido. El nombre de su decisión, hacer las vueltas en la notaria, lo que sea, que haya hasta un ritual de bautizo, donde se empodera con ese nombre.
2. Lo otro, es cuando él dice “Yo me di cuenta que yo soy culpable”, y se expresa en su ser la creencia personal “Yo soy culpable”. Debe sanarla con 108 todos los días con la verdad personal “Yo soy inocente” y para que el ego no lo coja:
“Yo soy inocente porque me amo”.
“Yo soy inocente porque yo soy puro con mi alma”.
3. Otra situación que él manifiesta “Le tengo miedo a la paz”. Este es el momento para sanar esta creencia, ya que a la mente le gusta lo que es común, conocido, así sean los problemas. La mente en el ambiente común se siente como pez en el agua y es ese uno de los aspectos más peligrosos que tiene la mente humana, la rutina del dolor, del sufrir, de los problemas, de las dificultades. Lo que vivimos con papá y mamá, lo tratamos de reproducir en la oficina con el/la jefe. Lo que vivimos con los hermanos, con los colegas. Porque estamos reconociendo ambientes comunes a la mente, familiares, hay vale la palabra, “familiares para la mente”. Si esta persona se siente en paz, sin problemas, eso no es lo normal para su mente. Casi todos nosotros debemos darnos permiso de vivir en paz. A partir de hoy les doy permiso de vivir en paz. Les aseguro que se van a sentir raras en una semana que no hayan peleado con el mugre, que no hayan tenido un problema con la hija, con un amigo, se van a sentir raras y se van a empezar a asustar y a preguntar: ¿yo por qué no he tenido problemas esta semana con nadie? ¿Yo por qué estoy en tanta paz y en tanta felicidad? En ese momento digan “a la paz sigue más paz”. Porque la mente les está trayendo otra vez la memoria de lo familiar, de los problemas, la mente quiere que recaigan. Inmediatamente nútranse con frases creativas y si están muy felices “a la felicidad sigue más felicidad”. De lo contario, la mente les retrae diciendo: “eso no dura, eso tan bueno, tan rico, tan barato, eso no lo dan todos los días”. Incluso he escuchado personas que dicen: “En el círculo de mujeres o en el grupo de sanación o en el grupo de renacer y en el exterior, esos son dos mundos”, “El mundo allá en el Ashram y el mundo afuera”. Mucho cuidado porque esos no son dos mundos, usted es el que tiene dos mundos. Usted es el que está dividido. Usted está queriendo vivir un mundo aquí y otro mundo allá. Eso no es sino otro problema de la mente que cuando sale de aquí quiere volver agarrar lo que le es común y corriente, problematizar, engancharse con el otro. Si siembra desde su alma y se da el permiso de estar cultivando más paz en su vida, allá va a ser igual. Si usted es un solo ser, su mundo será siempre uno. Se los digo porque eso es lo que estoy viviendo yo en la actualidad, aquí con el grupo de hoy, con el de mañana, con los pacientes, yo ya cada vez me felicito más a mí mismo de que no me dé una bejuquera, que no armo una trifulca y me vigilo en todo, si se cayó una cosa, si se rompió otra, si se cerró una puerta fuerte, me vigilo en todo. Porque yo sé, que si siento rabia porque se cerró esa puerta bruscamente por el viento o porque se quebró un pocillo, me digo “todavía tienes dos mundos”, el mundo de la paz y el mundo de pelear por un pocillo, por un jarrón, por una puerta. Nada de eso me altera ya, es más, me río de mí mismo. Ahí es donde la vida me está haciendo exámenes muy sencillos, y le agradezco a la vida estar atento a esos exámenes.
Hace años, yo me sentía muy mal conmigo mismo cada vez que me daba rabia con los hijos o con la esposa que el cielo me dio hasta el 2008, cada que yo sentía ira me decía “Yo estoy muy mal en el camino espiritual, me da rabia porque ellos hagan esto o lo otro, yo estoy mal, yo estoy dividido, yo debo profundizar más en mi vida espiritual, a mí me falta mucho por recorrer”.
Ahora me hago esos exámenes y ya tengo la sana costumbre, de felicitarme a mí mismo. Eso es hasta una prueba positiva, si yo no soy capaz de felicitarme a mí mismo, es porque tengo mucho todavía, del “Yo soy culpable”. Porque es una congratulación conmigo mismo, a nadie le estoy ostentando. Eso también es muy importante, cuando yo les comparta algo de mi vida no me juzguen a mí, mírense ustedes mismas y aplíquense eso a ustedes mismas. Yo no les estoy diciendo esto para significar o implicar que yo estoy delante de ustedes en esto o en lo otro, no. Así como hablo hasta de mis riesgos de muerte en la India, también les digo en lo que estoy en paz conmigo mismo.
Mis riesgos de muerte me comprobaron que no me había perdonado. El autoperdón también lo verifico con este dolor, este ardor que tengo en las “papayas”.
Redondeo este tema final, con la apertura a lo nuevo. Para sacar a la mente de lo común y corriente, de los problemas, de las peleas, de las crisis, de los conflictos, abro mi mente a lo nuevo. Que lo nuevo para mí sea más amor, más comprensión, más capacidad para reconocer mi camino. Que lo nuevo para mí, sea escuchar más a mi alma, abrirme a lo nuevo. No lo nuevo por nuevo, sino porque viene de mi alma, porque viene con paz, con amor, porque viene con felicidad.
En este caso de esta persona, concluir que debe abrirse a una nueva pareja. Si esa es la conclusión de su alma, después del proceso de los nueve meses, si él hace esa labor tan profunda, tocando el alma de su antigua pareja y ella se toca su alma y aterriza por aquí, el cielo le está dando las señales. Cuando son fuerzas del alma que no se han resuelto, y ella es su pareja, ella misma también va a tomar los pasos del alma hacia él. Si esto se cierra con claridad y ella no reaparece, él va a abrirse a una nueva relación y quizás va a llegar otro ser llamado por su alma y no por su ego. Sería algo muy fuera de lo común, pero se da también que en una misma encarnación tenga dos llamados del alma es posible, dos parejas del alma. Pero no simultáneamente, porque después van a resultar diciendo es que doctor yo tengo dos parejas del alma, ya no son las “almas gemelas” sino las “almas trillizas” y de todo se escucha en este camino, pero yo quiero alertarle, para que luego no se vaya a meter por esos lares.
Hay una frase que le oí en todo ese compartir que quiero que él la sane. Algo en su mente le dice “Me enamoro de un imposible”. Es un programa mental que esta persona debe sanar, diciendo “Me enamoro de un ser posible”, “Yo amo a un ser afín con mi camino espiritual”, para no seguir con el amor imposible. Si realmente es un llamado de su alma posible y afín para esta encarnación, perfecto. Para sanar esa imposibilidad del amor es adecuado que él se pregunte:
¿Yo vine a esta encarnación para enamorarme de lo imposible para aprender a…__________”
Ésa es la pregunta de la responsabilidad y las respuestas pueden ser: aprender a vivir, a no vivir maluco, a diferenciar que es ego y que es alma, a poder limpiar mi mente que ha creado ese tipo de programas. Es muy posiblemente que esta persona limpie ese programa “Yo me enamoro de un imposible” y quizás ahí sí, se manifiesta su alma después de estos nueve meses.
¿Yo que le he dicho? Cuando él vino hace 15 días a consulta, me decía: que hago que me atrajo esta, me gusta la otra y yo le contestaba “No se meta con esas mujeres, porque si esas mujeres se meten con usted que apenas tiene dos mesecitos, esas son unas “atraca cunas”. También le sugerí: “Espérese que usted esté más crecidito” o dígase usted mismo “Esa mujer está muy grande para mí”. Yo le digo eso en charla, pero a la vez la mente con la charla conecta con el corazón.
Lo mejor que yo veo en el Circulo de Mujeres Descalzas es la alegría, porque cada vez que hay un chiste de algo y las hace reír, inmediatamente se conectan con el corazón que les va a dar sabiduría.
Para terminar concluyo los dos grandes miedos que se manifiestan y que debe sanar: son el miedo al fracaso y al abandono. Es adecuado averiguar cómo fue su concepción, gestación y parto, para ver que trae esta persona desde allá.
En el grupo del renacer hay este caso que le puede dar luz a él y todo el grupo, una pareja estaba con dificultades, ya tenían varios hijos y la madre piensa, ahora que tenemos todos estos problemas, si tenemos otro hijo se nos va arreglar el matrimonio. Son formas erróneas de pensar, vuelve la mente a buscar situaciones problemáticas comunes, y queda en gestación y aparentemente la relación se mejora. Pero al sexto mes la madre se entera de que él tiene un hijo por fuera con otra. En ese momento ya la madre piensa diferente, antes veía ese hijo como una solución del matrimonio, hasta los seis meses, de ahí en adelante hasta los nueve meses ya lo ve como una carga, un problema. Esa madre ya se pregunta ¿cómo así que voy a seguir con este hombre por este nuevo hijo? Y se contradice de su intención inicial de gestación “Yo sin este muchachito quizás me separaría más fácil de él, me divorciaría”. Empieza una gran lucha de amor y rechazo en esa madre. A ese muchacho yo le encontré como mentira personal “Yo soy dualidad”. La madre le dio una emoción dual, te amo eres muy valioso, hasta los seis meses, y luego le da la otra “te rechazo, eres una carga para mí, yo sin ti podría arreglar esto más fácil”. De esa disyuntiva, él concluyó “Yo traigo dualidad”, “Yo soy dualidad” y la solución que le di es “Yo soy unidad”, “Yo soy un milagro”. Quizás de ahí vienen muchas de las dualidades de esta persona, la mayor sanación para ese miedo al abandono sería “Yo soy unidad “.
Seguimos cosechando la parte final, me llamó mucho la atención cuando él menciona que como al noveno o décimo día de estar haciendo las 108 con el rudra, se le vino todo lo negativo que había vivido con la pareja, todo lo doloroso. Eso es un sicoanálisis valiosísimo. Eso es llegar a las entrañas del dolor. ¿Qué es lo valioso de entrar en la cueva del monstruo? Es el momento de la sinceridad, de la honestidad, y la profundidad del dolor. Para entrar a las entrañas del dolor, una mujer y un hombre necesitan ser muy valientes. Porque la mente siempre que va a entrar en estas profundidades, lo evita. Pero la realidad es otra, necesitamos hablar del dolor, necesito llegar a las entrañas del dolor. Es algo que he repetido mucho en los grupos, que si yo no llego a las capas nucleares, ni siquiera sé colocarle un nombre a mi dolor. Cuando llego a las entrañas del dolor, se coloca un nombre, “Yo tengo dolor de madre dual”, él tiene “dolor de dualidad”, “dolor de abandono”, “dolor de fracaso”. Una madre que ha abortado un hijo que dolor tiene “dolor de hijo abortado”. Por el otro lado, un hijo que ha sido rechazado por la madre ¿qué dolor tiene? ”Dolor de madre herida”. ¿Un hijo que no conoció al padre? “Dolor de padre ausente”.
Hoy una persona me contaba eso también, - es que a mí lo que me duele, ya me di cuenta “yo tengo todo este problema, sufro con el padre es por la forma en la que él se fue”. Ése es un “dolor de padre” y dolor de que, “dolor de no comunicación con el padre”, “dolor de no comprensión del abandono”. Solo quien llega al meollo del trauma, es capaz de ponerle un nombre a su dolor y el que le coloca el nombre a su dolor, ya dio el paso más grande para su sanación, porque sabe que es lo que debe sanar. Es muy diferente cuando no se tiene el diagnóstico, es como cargar y cargar con un dolor que yo mismo no sé qué tamaño tiene, qué nombre tiene ni cómo lo voy a sanar.
Termino con el tema celestial, el tema celestial. Yo sigo sintiéndolo mucho en mi corazón. Cuando usted como mujer tiene dudas si terminar con esa pareja o seguir con ella; o en el caso de esta persona ¿Debo esperar a que ella venga y se arregle la relación conmigo?, ¿Qué hago? Tengo tres, ¿A cuál de las tres escojo?, ¿A cuáles le corto la cabeza? Pídale por favor, una señal al cielo. Solicítele al cielo respuestas, y humildad, que usted no sea ciego o ciega ante lo que le muestre el cielo, ni sordo o sorda a lo que le diga, ni insensible a la forma como lo toque o la toque. Ésa es la parte más importante. Yo conozco personas, que el cielo les dio la respuesta cuando abortaron un ser y otro ser llegó, tuvieron otro hijo, el cielo las perdonó. Conozco personas que cuando le pidieron al cielo una señal, ése mensaje llegó “Ya eso está saldado”, “Con ese nuevo hijo quedó todo saldado”. Es el momento para que la mujer por fin esté aprendiendo a declarar “saldado”. El cielo da la señal y esos mensajes son sagrados. Cuando el cielo de una señal hay que tratarla como algo sagrado. Es un sacro oficio valorar las respuestas del cielo. Si el cielo le dice “Mira el camino de dolor que has recorrido, el camino de mentiras, de engaño, le estás haciendo daño a esta persona y a ti misma por la mentira” Mira casi te cogen con las manos en la masa. ¿Quieres más dolor?”
Recibo las respuestas del cielo, las primeras respuestas van a ser muy suaves y van a ser las mejores de todas, por su suavidad no traen dolor, traen mucha luz, mucha paz. Pero los seres humanos no estamos acostumbrados a recibir las respuestas suaves del cielo, queremos las respuesta “puuuumm, me accidenté, nos accidentamos, uy! nos vamos a matar, lo mejor es que terminemos con esta relación, esta es una infidelidad que le estoy haciendo a mi marido”, ahí si recibo las respuestas del cielo, por las malas. Mucho cuidado, sigamos pidiendo “Que yo sea flexible, que yo sea dúctil y maleable, que yo sea fluido, ante los mensajes del cielo”.
Charla dictada por el Dr. Rubén Darío Correa
CIRCULO DE MUJERES DESCALZAS
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