Hace días retome el block y para ser sincera me afecto más de lo
que quisiera las gotas, pero también es cierto que estoy en un movimiento
interno consciente y profundo que ha hecho que muchos de lo que estoy
transformando se vea movilizado por la gran medicina del cannabis así que
decidí parar las gotas, con lo que vengo haciendo, creo que es más que
suficiente y las gotas me pegaron una traba de varios días y la última vez que
las tome fue esa noche que retome el block, mi cuerpo es realmente sensible y como
no soy de meterle químicos a mi cuerpo, siento los efectos a millón.
Retomando el tema que deje
iniciado: Los cuatros caminos del yoga, según el maestro Sivananda y según mi
propia experiencia.
KARMA YOGA: El camino del
servicio desinteresado. El primer camino del yoga. Según el yoga, es la
meditación en acción, sin karma yoga, no hay meditación, este camino funciona
si lo hacemos sin intención de recibir beneficio, la idea es que mientras lo
realizamos convertimos el servicio en meditación, el cual debe comenzar en el
centro de uno mismo, porque así como el corazón oxigena sangre a los demás
órganos del cuerpo, la primera sangre oxigenada que realiza el corazón es para
el mismo corazón, de esta manera debemos funcionar nosotros mismos, Por eso el
Karma yoga se debe hacer pura y sin egoísmo.
Si ya sé que suena muy bonito y
a la vez puede sonar un poco complejo para realizarlo por eso voy hablar desde
mi experiencia, Tal vez lo haya dicho anteriormente y seguro lo voy a recalcar
muchas veces, seguramente has escuchado en muchas filosofías y maestros que
dicen: No creas lo que yo digo, simplemente vive tu propia experiencia, y yo lo
reafirmo.
Mi primera maestra en karma
yoga fue mi Mamá, estudio sociología pero se dedicó a la docencia, sin embargo
su profesión la ejerció porque siendo docente trabajo en escuelas públicas
donde sus alumnos y alumnas muchas veces llegaban con el estómago vacío a clase
o golpeadas y demás situaciones difíciles que suelen pasar en el contexto
de violencia intrafamiliar,
El trabajo de mi madre solo
consistía en dar clase, pero no se conformó con ello, porque era un alma
genuina, noble y le dolía el dolor del otro, solo que ella no se quedó en la
emoción de sentir lastima, sino que acciono, una de las cosas que hacía era que
gestionaba, desayunos y mercados para las familias más necesitadas no solo de
su aula sino de la escuela donde trabajaba, se dedicaba hablar con los padres
de familia, en muchos casos a consejo sabiamente cuando un padre o padrastro
abusaba de sus hijos, sexualmente, emocionalmente, físicamente entre otras,
logrando que se hicieran cambios profundos en esas familias, recuerdo muchas
veces, cuando yo estaba más grande; que en la calle la paraban ex alumnas de mi
madre, para agradecerle lo que había hecho por ellas, muchas veces lloraban
contando la historia, y mi mamá solo sonreía y decía, es mi manera de ayudar y
de agradecer al Señor por todo lo que me ha dado en la vida.
No puedo decir que mi mamá era
una santa, porque no lo era, tenía defectos, muchos pero si tenía un corazón
bondadoso, y cuando no tenía para dar, buscaba y gestionaba para ayudar, por
ejemplo en navidad recolectaba con un amigo de ella que era comerciante
juguetes para los niños, esos juguetes muchos estaban en mal estado, mi mamá los
recolectaba desde principio de año y se tomaba el trabajo de arreglarlos y
buscaba quien tenía transporte y gestionaba el dinero para pagar el transporte
y llevar los juguetes a los niños pobres, esta labor la hizo mucho con los
niños de Santa Fe de Antioquia.
Mi madre era una karma yoga
genuina pero ella no sabía que ese término existía y yo menos, hasta hace unos
años atrás que comencé a caminar el Yoga, Con todo esto quiero decir que la
espiritualidad no consiste en hacer yoga, meditar, y tener practicas
espirituales, la espiritualidad para mi es vivir una vida normal, ayudando a
otros desde el saber de cada uno, pero primero ayudarse a uno mismo, sino
estamos bien, no podemos ayudar a otros. Lo primero es tener las
necesidades básicas cubiertas, luego comenzar por ayudarte en tu crecimiento
interior y lo demás la vida te llevara al lugar donde podrás dar tu granito de
arena.
Yo a diferencia de mi mamá, fui
desde pequeña muy sentimental o más bien emocional, no digo que mi mamá no lo
era, lo que trato de decir es que yo lloraba viendo la pobreza, la desigualdad
social y los noticieros me llenaban de profunda depresión y angustia, muchas
veces renegué de Dios y renegaba de porque tanta gente con tanto dinero y otra
sin tener que comer, varias veces lleve a mi casa niños de la calle para darles
comida y una vez lleve una familia completa, mi mamá les daba comida pero me decía
que no podían quedarse a dormir, yo me enojaba y no comprendía porque no se podían
quedar, pero mi mamá en ocasiones gestionaba para ayudarlos en encontrar algún
albergue y le daba herramientas o ayudas para que los adultos tuvieran un
trabajo. Poco a poco comencé a cuestionar el sistema y sentía la necesidad de
ayudar a otros, cuando estaba en el bachillerato, mis padres me metieron a un
colegio de monjas, recuerdo que yo era un poco autista en esa época, fui una
niña muy sobre-protegida porque pequeña sufrí de epilepsia, y eso hizo que mis
padres me cuidaran mucho, lo cual hizo que mis relaciones sociales fueran difíciles
para mí, incluso actualmente a mis casi 40 años, es un tema que me cuesta; así
que debido a esta situación, me metí en mi mundo y ahora me doy cuenta que
estuve muy conectada con la meditación innatamente, solo que por esas épocas no
sabía que se llamaba así, fui revolucionaria en mi familia, porque desde que
tengo conciencia no me gustaba la carne, toda la vida mi mamá peleo conmigo
para que la comiera, hasta los 13 años más o menos yo lo único que comía era
todo crudo, frutas y verduras, hace unos años en Argentina supe que ha este
tipo de alimentación se le llama alimentación viva; la única comida cocinaba
que me gustaba eran las lentejas de mi abuela, recuerdo que mi mamá le daba
rabia cuando hacia lentejas y yo no me las comía, me decía que mi abuela las había
hecho, pero el sabor era diferente y no me las comía.
Volviendo a la época del bachillerato, para cuando estaba en 11 quería
irme de monja de clausura, pero mi madre no me dejo, me decía que primero debía
de vivir otras cosas antes de tomar una decisión tan trascendental, así que
aunque siempre me llamo la atención la psicología, en el colegio fui la
monitora de psicología y filosofía, y amaba a Sigmund Freud, decidí volcarme
por el teatro y el diseño de modas, sin embargo mi búsqueda de mi misma me ha
llevado a una vida de crecimiento a través de mis experiencias, trabajado como
voluntaria en una ONG como docente en artes, llevando de manera empírica el
arte como terapia acompañándome de literatura como las mujeres que corren con
los lobos, el principito, las princesas olvidadas, la luna roja y demás libros
de gran psiquismo que me ha despertado y me siguen despertando y que han sido
de herramientas para acompañar a mujeres en sus propios procesos.
El karma yoga para definirlo en
mis propias palabras y experiencia es ayudar desde tu lugar y conocimiento a
otros, puede ser sacando un tiempo de tu vida, si eres médico, poniendo tu
saber a disposición a personas que no pueden acceder a la medicina, las EPS no
dan abasto y la verdad no podemos dejar toda la responsabilidad al estado,
nosotros como individuos debemos también hacer nuestro aporte desde nuestro
lugar, no desde el sentimiento de lastima sino desde la compasión, es decir
desde el amor suave, poniéndonos en los zapatos del otro, sin entrar en guerras
del sistema y juicios, simplemente, silenciosamente hacer desde mi humanidad
posible compartir lo poco o mucho que se, con quienes necesitan ese amor, puede
ser compartir tiempo, escuchar a unos abuelos, visitar enfermos, no tiene que
ser algo grande, lo importante es hacerlo con la intensión del amor, la mayor recompensa
es sentir que el otro se siente mejor, ni siquiera te hará falta que te den las
gracias, lo digo por experiencia.
Por estos días he estado en tormentas internas y me sorprende
porque me llaman a pedirme consejos de procesos que cada mujer tiene y me
sorprendo de mi misma de las respuestas y de la paz con que conecto y doy la
claridad que esas personas reciben de mí, pero en realidad no soy yo, es la manifestación
del amor, llámalo Dios, seres de luz, como quieras llamarlo, el que habla a través de mí, ese canal lo tenemos
todos los seres, solo es conectarnos y no requiere mucho, no requieres yoga, meditación
o Reiki, solo requieres coraje para ver tu propia oscuridad y transformarla,
para ello necesitas presencia, y aquí es donde les digo EL PODER DEL AHORA es
una buena herramienta, como muchas otras, cada uno encuentra su camino de
despertar, para mí ha sido viajar, el arte, la literatura, los círculos de
mujeres, el yoga, mi familia en realidad toda mi vida ha sido un camino
espiritual y así es para todos, solo es tomar conciencia que lo que vivimos es
perfecto para mí, que todo pasa por algo y tal vez ahora no veamos la claridad ¿para
que?, pero muy seguramente cuando comiences a vibrar alto lo vas a ver con
mayor claridad, no desfallezcas, no estamos solos, aquí todos pasamos por lo
mismo, aunque no hablemos de ello, Por este motivo comparto mi experiencia para
decirte aquí estoy yo y demás seres humanos, seres de luz, maestros ascendidos,
ángeles en forma humana o animal, para mostrarte que todo por más difícil que estés
viviendo TODO PASA INCLUSO EL MOMENTO MAS FELIZ, DISFRUTA TU PRESENTE, AHÍ PUEDES HACER EL MAYOR CAMBIO EN TI Y EN TUS RELACIONES EXTERNAS.
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